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Linderaje y mojonamiento

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Ritual y fiesta comunal de linderos y mojones en territorios de Chinchero-Urubamba en la región del Cusco.

linderaje-mojonamiento-2A través de los tiempos el hombre y la mujer en los Andes han aprendido de la naturaleza, de sus leyes que permitan una convivencia mutua. Hay contratos implícitos que no están escritos en papel, pero se viven, se saben y se cumplen hasta nuestros días. Así mismo es importante recordar que para los pueblos andinos existen otros lenguajes de comunicación con los seres de la naturaleza, como con el sol y la tierra, que al humanizarlos se convierten en padre y madre de la existencia, el agua, las plantas como la coca y el maíz (yakumama, mamakuka, saramama) y los animales. A todos ellos se les reconoce como parte de la madre, porque cumplen un rol de sustento y cariño hacia el ser humano y están presentes en todas partes.

Cuando se usa la palabra  “pacha” en los Andes, nos referimos al tiempo y a la vez podemos hablar del espacio en que vivimos; Entonces aquí comienza un testimonio, un ejemplo de cómo el ser humano puede convivir con límites o fronteras vivas, que están en el canto y en el baile, que se pueden vivenciar y que están en la memoria y no solo en los títulos de propiedad.

La condición humana grupal obliga a delimitar espacios y tiempos, pero si son basados en los principios cósmicos tiene mayor jerarquía. El ser humano tiende a adaptar estos principios para comprenderlos mejor, y así llegó a nosotros el ritual del linderaje y mojonamiento, que se realiza en muchas comunidades andinas del Cusco, y seguramente en otros lugares de los Andes. Me ha tocado vivir la experiencia en la comunidad de Yanacona, sector de Q´erapata, en los territorios de Chinchero, que es la meseta o planicie andina más alta del valle sagrado de los inkas y por ende mirador natural de la cordillera de Vilcabamba, que es una de las principales comunidades de Apus de la región del Cusco (montañas que animan la vida, destacan por ejemplo: Apu Salkantay, Apu Huaqayhuillqa, Apu Pitusiray i Sawasiray así como otros). Chinchero también es la tierra del arco iris, porque aquí tenemos el privilegio de verlo en su máximo esplendor en la época de lluvias y por vivir a gran altitud recibimos los últimos rayos calurosos del padre sol.

linderaje-mojonamiento-4Para esta gran jornada, se elige el viernes día siguiente de la fiesta del jueves de comadres y antes del domingo de carnavales, en este día desde muy temprano antes que salga el padre sol, se convoca al pueblo con la música de ultramar de los pututos, se hacen rituales previos y cuando toda la comunidad está reunida, los Varayoq (autoridades comunales) dirigen el saludo al padre sol y se comparte la hoja verde de la coca, en su estado natural; después  todas las personas llegan a la plaza principal, que es un antiguo ushnu o plataforma ceremonial donde se realizaban los ritos agrícolas más importantes para el pueblo, aquí se ubican las construcciones más antiguas de terrazas de chinchero que evidencian la vocación agrícola de los habitantes.

Quienes van a dirigir todo el recorrido del día por el perímetro de los límites o linderos de la comunidad serán las Waylakas (no se puede establecer exactamente el origen y sentido del nombre, porque aquí nadie se lo pregunta, nadie es ajeno y menos espectador) pero siempre son dos o en pares, ellos se constituyen en los seres más importantes de la delegación humana, son generalmente jóvenes varones, vestidos con la ropa más elegante de mujer, es decir los mejores tejidos de fiesta que guardan iconografía en sus diseños (falda larga, camisa, chaleco, cinturón o chumpi, manta que cubre los hombros o lliclla, sombrero o montera con flores y últimamente papeles y globos multicolores relacionados al carnaval).

Sobre el significado de la Waylaka es difícil conceptualizar la verdadera naturaleza de su función, porque no es la imitación de una mujer como muchos piensan dentro de los roles de género bien establecidos en la comunidad, su existencia tiene sentido solo en esta fiesta ritual agrícola, ellos se convierten en los guías, en los que llevan la fuerza y la vitalidad, a nadie se le ocurre faltarles el respeto, su baile es su ofrenda a la madre tierra, quizás así nació el baile en los andes como lenguaje natural del movimiento junto a la música aprendida del sonido del viento y de los animales, el lado salvaje siempre estará en nosotros esperando salir para fundirse en la misma naturaleza, porque somos nosotros mismos una pequeña parte de ella y no al revés. Así mismo la Waylaka siempre lleva dos banderas  blancas, una en cada mano, que son batidas en el baile como si fueran sus propias alas en pleno vuelo, estos hombres tienen la habilidad de bailar al ritmo de la música y el viento, ya que en el camino adquirirán una fuerza sobrenatural, muchas veces llueve y hay fuertes vientos, pero eso no detiene la marcha. Toda la caminata es animada por los músicos, la hoja de coca, la chicha (bebida fermentada de maíz), la cerveza, el alcohol y la comida que se comparte en los descansos.

linderaje-mojonamiento-3En todo el recorrido desde que iniciamos hasta el final hay mojones (Señales permanentes para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras), estos son pequeños montículos de tierra, que se incrementan en cada nueva fiesta, su base es circular como un anillo; también hay grandes y pequeñas rocas, que aquí se llaman Wakas (diversos elementos naturales de importante significado ritual) son lugares de obligada parada para ofrendar, rezar y bailar. Primeramente los Varayoq o autoridades se quitan las sandalias o zapatos por respeto, estos Varayoq se acercan con sus varas de mando o báculos, que son de madera adornadas en plata, símbolo de su poder y hunden sus varas de mando en la tierra, sobre la parte superior y central de los mojones, con la fuerza y el debido respeto, luego alguien previamente designado, invoca el nombre sagrado de los Apus o montañas (que son los seres antiguos que animan la vida de todas las comunidades) en orden de importancia o jerarquía que tienen, no se utiliza el nombre común que todos usamos habitualmente, por eso el encargado debe ser alguien que conoce y ha vivido lo necesario. A cada mojón de tierra o piedra que tiene su propio nombre, se le entrega la ofrenda que son flores multicolores preparadas para la ocasión (quizás para recordar que el tiempo del ser humano es efímero como de las flores) luego, el encargado de hablar pronuncia muchas vivas por cada montaña, y finaliza diciendo ¡que viva la comunidad! y todos los participantes responden con fuerza ¡que viva! y el grupo al ritmo de la música continúa al próximo mojón; hasta llegar al último y principal donde se reúnen las mujeres y hombres de todos los sectores, que luego de terminar el ritual principal, juntos comeremos, beberemos y bailaremos hasta cansarnos e irnos de noche con la luna.

Ese es nuestro carnaval andino y en el contexto ritual nuestra orientación es determinada por el padre sol y la madre tierra, en algunas cumbres o lugares de altura donde tenemos una vista panorámica de 360 grados, se ve el horizonte, es decir todo lo que nos rodea hasta donde alcanza la vista, y uno es totalmente consciente de la presencia de todas las montañas que nos animan la vida y comprendemos la pequeñez de la condición humana. Entonces conocer lo conocible y respetar lo desconocido, debía ser la consigna según nos enseñan los abuelos y abuelas aquí en los andes.

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